Por: Lucía V. Jirau Jiménez
La estudiante Akaly J. Muñoz Vázquez decidió hacer la diferencia y tomar acción para colaborar en mejorar la salud mental entre los puertorriqueños. Para ello cursa un bachillerato en Ciencias Sociales con concentración en Psicología en la Universidad Ana G. Méndez, Recinto de Gurabo.
Akaly recuerda el momento en su vida en el que aumentó su interés por ayudar a los demás: el día en que se le diagnosticó Distrofia Muscular, condición por la cual usa una silla de ruedas. Tenía sus ocho años.
En un principio consideró estudiar para convertirse en veterinaria. No obstante, cuando su vida cambió por completo con el diagnóstico, pensó en ser pediatra para ayudar a los niños que, al igual que ella, hubieran experimentado algo similar en torno a su salud. Tiempo después, comenzó a notar que muchas personas acudían a ella en búsqueda de consejos y, en más de una ocasión, le plantearon la idea de estudiar psicología. Es en ese momento, donde Akaly decidió buscar información acerca de esa profesión y emprendió su viaje universitario.
La estudiante, a pesar de considerarse a sí misma como una joven introvertida, siempre ha tenido como misión poder ayudar a otros. Aboga porque se hable directamente del tema de la salud mental y que no sea un tabú. “A pesar de que culturalmente no está bien visto buscar ayuda porque nos hace débiles, debemos romper con ese estigma y darnos cuenta de que buscar a un profesional de la salud mental no nos hace débiles, sino responsables”, enfatiza.
Menciona que sus estudios le han ayudado a entender la complejidad del ser humano; ahora tiene una perspectiva mucho más amplia de lo que es la salud mental y emocional, y de su importancia. Al sol de hoy, la estudiante asegura que ha visto un gran desarrollo de su inteligencia emocional desde un ámbito profesional, y no le cabe duda de que será de gran ayuda para su futuro en el campo laboral.
Akaly es un ejemplo de perseverancia, consistencia y empatía.
