Entre estrellas y océanos: el viaje de descubrir la pasión comunicativa

Por: Sarah N. Rosario Pérez 

En el mes de octubre, mi grupo de COMM 101 junto a nuestra profesora Karla Pérez, tuvimos una experiencia que marcó un antes y un después en nuestra formación universitaria. Tuvimos la gran oportunidad de entrevistar a Ashley Beth Pérez, una reconocida comunicadora y ex modelo puertorriqueña que ha logrado abrirse camino dentro de ambos mundos con admirable profesionalismo y autenticidad.

Durante la entrevista, mis compañeros, Geomar Rivera y Dariana Colón, junto conmigo, fuimos los entrevistadores principales del programa. Detrás de cámaras, el resto de nuestro grupo desempeñó funciones esenciales: desde el manejo de cámaras y micrófonos, hasta el control de luces, sonido, ponches de lámpara y el proceso de postproducción. Cada uno aportó su talento para que la entrevista fluyera como un verdadero proyecto profesional. Ver cómo cada pieza encajaba perfectamente me hizo comprender que en el mundo de las comunicaciones todos los roles son importantes, y que detrás de cada toma bien lograda hay un equipo apasionado que da vida al proyecto. 

Mientras preparábamos la entrevista, nunca imaginé cuánto aprendizaje obtendría de esta experiencia. Entrevistar a una figura como Ashley Beth Pérez, una mujer puertorriqueña con una gran carrera en la comunicación y el modelaje, me hizo reflexionar profundamente sobre mi propio camino. Durante la conversación, Pérez compartió su historia con una naturalidad que me inspiró. Nos habló de los retos que ha enfrentado, de cómo la disciplina y la autenticidad han sido su base, y de la importancia de mantenerse fiel a uno mismo incluso en un medio tan competitivo.

Esa entrevista fue, para mí, una experiencia de crecimiento personal y profesional. Me di cuenta de que realmente este es mi mundo, que para esto nací, y que no me equivoqué al escoger esta carrera.  Mientras que mi compañero Geomar expresó: “Me sentí profundamente orgulloso de haber tenido la oportunidad de entrevistar a una figura cuya trayectoria y autenticidad me inspiraron a seguir creciendo profesional y personalmente como lo es Ashley.” A su vez, nuestra compañera Dariana añadió: “Gracias a la profesora por darnos la oportunidad de vivir una experiencia tan completa y especial. Fue una producción donde todos trabajamos con pasión, apoyándonos y disfrutando cada parte del proceso. Aunque al principio me sentí nerviosa frente a las cámaras, terminé orgullosa, feliz y con ganas de volver a hacerlo.”
  A veces, como estudiantes de comunicación, somos juzgados injustamente. Escuchamos comentarios como, “te vas a morir de hambre”, “eso no tiene futuro” o “los sueños no se cumplen de esa manera”. Sin embargo, vivir este tipo de experiencia me ayudó a entender que esas opiniones no definen mi camino. Al contrario, me impulsan a seguir demostrando que las comunicaciones son una herramienta poderosa para transformar realidades, inspirar a otros y dejar una huella positiva.

El mundo de las comunicaciones es curioso: puede ser amplio y pequeño a la vez. Amplio, porque abarca desde el periodismo y la producción audiovisual hasta la publicidad, la oratoria y las redes sociales; pero pequeño, porque dentro de un simple estudio, en un cuarto de cuatro paredes, con dos cámaras encendidas y un micrófono, se pueden vivir experiencias gigantes. En ese espacio tan íntimo se siente una energía indescriptible, casi mágica, que conecta al comunicador con su propósito.

Estudiar esta carrera ha sido, sin duda, una de las mejores decisiones de mi vida. Aunque quizás pude haberlo hecho en otro momento más temprano, siento que este es el tiempo perfecto. Estoy en la etapa correcta para vivirlo, comprenderlo y disfrutarlo al máximo. Cada clase, cada práctica y cada proyecto me ayudan a reafirmar que este es mi camino. Sé que tanto mis compañeros como yo, en algún momento, hemos tenido dudas. Hemos pensado si realmente esto es para nosotros, si seremos capaces, si lograremos destacarnos en el futuro. Pero experiencias como la entrevista con Ashley Beth Pérez nos recordaron por qué elegimos esta carrera. Nos ayudaron a visualizarnos en el ámbito profesional, a descubrir nuestras fortalezas, reconocer nuestras debilidades y confirmar que la pasión que sentimos por comunicar está ahí por una razón.

Esta vivencia no solo fortaleció nuestras destrezas técnicas, sino también nuestro sentido de pertenencia. Nos enseñó el valor del trabajo en equipo, la importancia de la preparación y, sobre todo, la magia que ocurre cuando haces lo que amas. Ahora tengo más claro que quiero seguir creciendo en este campo, explorar todas las áreas posibles y llevar mis conocimientos y mi pasión a otro nivel. Al final del día, ser comunicadora no es simplemente hablar frente a una cámara o escribir un guion. Es entender el poder de las palabras, la emoción detrás de cada historia y la responsabilidad que tenemos al compartirla con el mundo. Gracias a esta experiencia, confirmé que no hay sueños pequeños ni carreras sin valor; lo que realmente importa es la pasión con la que decides vivirlos.

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